Movimiento de innovadores aportó soluciones valoradas en cerca de 16 millones de pesos en el 2012
Escrito por Ronald Suárez Rivas
Con un efecto económico cercano a los 16 millones de pesos, el desempeño del movimiento de innovadores en Pinar del Río durante el 2012, no dejó lugar a dudas de la importancia de su accionar en la búsqueda de soluciones que benefician la economía.
Jesús González, presidente de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) en Vueltabajo, afirmó que tras haber alcanzado tales resultados en el año precedente, la organización tendrá entre sus prioridades para el 2013 la captación de nuevas fuerzas provenientes del sector no estatal.
Al respecto, explicó que el territorio cuenta ya con más de 9000 trabajadores por cuenta propia afiliados a sindicatos, entre los que existe un importante potencial, que pudiera ayudar a reforzar la labor de la organización. Con ellos, podrían incrementarse las 1091 estructuras de base existentes a lo largo de Pinar del Río, desde las cuales salieron en el 2012 más de 1600 soluciones a disímiles problemas presentados en casi todos los sectores de la economía.
Entre ellas se incluyen obras de gran magnitud, como la rehabilitación de la planta de asfalto PC-3 de Consolación del Sur y el aumento de su capacidad productiva en un 40%, o el acople de nuevas hormigoneras ensambladas en el país, a los camiones Kamaz, para poder continuar aprovechando esos medios.
Además, acciones con un impacto social, como la recuperación de equipamiento médico en hospitales y policlínicos, o la confección de implementos para apoyar la práctica masiva de deportes, entre otros muchos ejemplos. Según el presidente de la ANIR, además de evitar importaciones, ello ha posibilitado el ahorro de portadores energéticos, y sobre todo, ha evitado la paralización de medios que obligarían a detener la producción y a dejar un alto número de trabajadores inactivos.
“Una de las pruebas más palpables de cómo el pueblo cubano se sobrepone al bloqueo impuesto por los Estados Unidos, está en el quehacer de nuestros innovadores”, explica Jesús.
“Gracias a él, hemos podido mantener funcionando tecnologías con muchos años de explotación, a pesar de la falta de piezas de repuesto y la imposibilidad de adquirir equipamientos más modernos”.
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