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Crónicas

Crónica de un viaje a la semilla: canteros tecnificados de Mantua

Crónica de un viaje a la semilla: canteros tecnificados de Mantua

Escrito por  Lázaro Boza Boza

 

La dinámica de los tiempos presentes, con sus "tiros rápidos", insolvencias y abandono alucinante de proyectos que envejecen antes de insinuarse a la luz, brinda pocas oportunidades para dar seguimiento a un trabajo periodístico.

Por eso, cuando surge la oportunidad de esos inesperados "viajes a la semilla" que alguien, interesado, o no, en esencias capitales, no lo pensamos dos veces y, allá van los planes del día para reinstalarnos en el mirador de aquello que deseamos ver una vez más y constatar sus ruinas o grandezas...
El camino, liso y polvoriento, mitigado en sus brumas cobrizas por el tímido aguacero de la noche anterior, nos conduce a sembradíos y cayos de marabú, restos de la guerra sin cuartel declarada en estos predios al arbusto espinoso, otrora ornamental, hoy fuente de madera para muebles,- quien lo diría- carbón vegetal apreciado en la fría Europa y aun, quebradero de cabeza que intenta levantar bandera contra el hacha, el machete y la cuchilla implacable del "caterpillar".

El paisaje cambia y, a la vera, la moringa crece verde y recta en filas bien pensadas por la ciencia agronómica. En algunos lugares, los arbolillos alcanzan los cuatro metros, una vez anunciados, jamás creídos.
"Mucha gente viene aquí para llevarse las hojas y hacer té", dice el chofer del jeep, buenísimo para un millón de cosas.
La moringa oleifera podría ser motivo de conversación sino fuera por el cambio repentino del paisaje tras las ventanillas.
"Es el cedro que está creciendo", afirma el chofer devenido guía y, como recordando que es la tercera vez que hace este viaje con nosotros, guarda silencio. Es cierto, con esta ya van tres visitas a estos parajes perdidos en la geografía del centro oeste mantuano; las primeras, con un objetivo común: la cedrada, o sea, miles de cedros plantados en tierras arrancadas al arbusto espinoso de marras con la novedad de estar intercaladas con plátano fiat 18.

Cuando arribamos por vez primera, nos impresionó la "frágil" estampa de los arbolillos que seguramente tardarían veinte años en alcanzar tallas comerciales; sinceramente, dudábamos de la idea, de la posibilidad de mantener limpias tantas y tantas hectáreas. El respeto llegó un año después, durante la segunda visita, cuando fue posible descansar a la sombra de algunos cedros con más de dos metros de altura, y después, observar en los mercados de la villa unas cuantas toneladas de plátano.

"Son de la cedrada", decían los vecinos y sonreíamos, pues ése fue el título con que la televisión provincial anunció la salida al aire de aquellos trabajos.

Ahora encontramos el principio de lo que en breve será un bosque formidable como no los hay en África, el Medio Oriente y el Himalaya, cunas originales del cedrus. Podríamos quedarnos un buen rato para disfrutar de una obra que entendemos también como propia, por haberla acompañado desde sus primeros pasos pero, la causa del "today" es otra maravilla que surgió con los cedros; otrora desestimada, después, motivo de asombro y hoy, apreciada por su dimensión y mensaje aleccionador.
Sin otros preámbulos, el camino, liso y polvoriento, desemboca a una explanada que anuncia los canteros tecnificados.
Aaaaaaaaaah, exclamará el lector, presto a abandonar la lectura. !Pues no, que no se llega tan lejos en el camino más apartado de Mantua, como no sea para ver maravillas!
Construidos en los mismos días en que la tierra bravía de La Vigía recibía las posturas de cedro, y descubiertos por nuestro equipo de trabajo unos meses más tarde, cuando se instalaban los sistemas de riego, pensamos que sería una de esas obras que a menudo abandonamos después de la "fiebre" que, inexplicablemente, tras su paso, nos cubre de amnesia productiva y deja como secuelas, las pérdidas económicas y el desaliento de los que no olvidan pero, prefieren no volver jamás sobre el asunto, de tanto que duele.
¿Ven?, no es el caso. La última vez que visitamos los canteros los descubrimos en plena producción de posturas para la zafra tabacalera y, lo que fue duda, se convirtió en respeto. A la salud fitosanitaria de las plántulas, se unía la predilección ecológica en el aprovechamiento de abonos orgánicos y controles biológicos que pronto llevó la producción hasta el punto de cubrir el sesenta porciento de la demanda local y sacar de apuros a otros territorios cercanos de la provincia.
En aquel momento, había orgullo por lo que allí se realizaba. No, no era el orgullo de los que, sin comprender la obra, caminan sobre ella. Era el orgullo de los obreros, de los jóvenes campesinos y campesinas, de esas de hoy, modernas, que llevan uñas, y se cuidan del sol inclemente con camisas y pañuelos porque, en la noche hay fiesta. Imágenes reales, de las que salen sin necesidad de encuadres cerrados que eviten el estridente fondo de una obra inconclusa, una miseria productiva o un mundo baldío que se quiere disfrazar.
Hoy el paisaje nos sigue regalando la belleza que construye el trabajo, solo que la cosecha tabacalera ya rindió frutos y los doscientos veinticinco canteros exhiben cebollas en el apogeo del crecimiento. Inmensa sábana, laboratorio de ideas y prácticas, fuente de inspiración de los que llegan, miran y después, cuentan y adornan lo visto con frases que halagan, enorgullecen y hacen reflexionar.
"¿Qué tal si esto lo hicieran todas las cooperativas de Mantua?".
No por lógica, la pregunta dejó de sorprendernos. Volteamos y, al frente, un guajiro mediano, con altas botas de goma y ropa "pintada" del rojo de La Vigía.
"Yo soy de aquí, de la mismita Vigía y nunca había visto que algo tan bonito durara tanto".
Son palabras que enseñan el verdadero sentido de la tierra, y también, de nuestros errores. Esas que hablan de que, "si el hombre sirve, pues la tierra...", y también de cómo tropezamos tantas veces con la misma piedra.
Nosotros, un tanto incrédulos, con una sonrisa a flor de labios, llevamos la mirada de él a las plantas rociadas a esa hora de la mañana por la llovizna pertinaz de los "springs".
"Si... son reales- dice el guajiro, y tras una sonora carcajada nos lanza: No son plásticas, pueden tocarlas si quieren. No, y este es solo el principio… vengan el año que viene para que vean…
Sonreímos otra vez y comenzamos a desempacar el equipo de filmar para aprovechar la luz de la mañana; en un extremo de la batería de canteros, unas muchachas se preparan para la faena; sus risas se escuchan donde estamos y mi camarógrafo, siempre en puro "plante", esta vez se muestra azorado con un ligero rubor en los bordes de las orejas...
Así nos disponemos a grabar la maravilla que el hombre crea cuando se convence de sus raíces y sus derroteros en este mundo.

Fotos y recuerdos

El próximo 24 de enero se conmemoran 53 años de fundada la Comunidad Hermanos Saiz de San Juan y Martínez que tiene el aval histórico de ser la primera construida luego del triunfo de la Revolución en 1959, y además, ser inaugurada personalmente por su máximo líder Fidel Castro.

 En nuestras manos tenemos un grupo de fotos de aquel acontecimiento, testimonios amarillentos y cuarteados por su paso en el tiempo, pero llenos de esa luz de los testimonios que acreditan los grandes acontecimientos.

 En algunas están las personas más adultas de cuando entonces,  en ellas descubrimos sus nostálgicas sonrisas que muestran un enorme deseo de vivir, de poder disfrutar de aquella libertad que los dignificó como seres humanos, que derrumbó sus bohíos y le entregó la llave de una casa semejante a la de los latifundistas de la zona.

 Entre las fotos hay una que es un tesoro gráfico, es la que recoge a un grupo de personas encima de la placa de la escuela construida para los niños de la nueva comunidad Hermanos Saiz, entre ellas está Fidel, con su pelo negro ensortijado,  brillando por el sudor y su reluciente barba que lo asemeja a uno de los dioses del Olimpo.

 Hoy, la tecnología nos permite tener guardadas en una carpeta perdida entre los rincones de nuestros discos duros miles de fotos, sin embargo nada es comparable con esas que coleccionamos en las gavetas de nuestros escaparates que a pesar del tiempo y su notable deterioro nos siguen comunicando sensaciones cálidas hasta que un día desaparezcan en polvo cósmico

La Torre

Acabados de nacer.

Se cumplen 5 años desde que por primera vez llegó a nuestros hogares las imágenes de la corresponsalía de San Juan y Martínez, desde entonces  obreros sudorosos, mujeres beneficiando tabaco, vientos huracanados, zonas montañosas, médicos y maestros laboriosos, transitaron por las pantallas de nuestros televisores  gracias al esfuerzo de ese  colectivo.

  Sabemos que no todo fue  perfecto, espacios que solo duraron varios meses, días que salieron  al aire mutilados, semanas sin la crítica oportuna y crónicas que no llegaron a anidar en nuestros corazones.

  Pero incluso, en esos tropiezos  ellos supieron descubrir la  luz, enseñarnos sus manchas con total desprendimiento, lejos del falso orgullo con que otros pretenden encubrir sus defectos, así fueron creciendo ante nuestros ojos y ofertándonos una programación que aún en muletas ya camina por el mundo del agradecimiento en cientos de hogares.

  En la niña que crece a nuestra vista, en la joven de la limpia sonrisa, en el duro verbo de la síntesis informativa, en esa magia de la comunicación a través de la entrevista, en el arte de ordenar las imágenes y en la incansable búsqueda con la cámara en ristre, transcurrieron los cinco años.

  Pronto entrarán a los próximos doce meses con el compromiso de ser mejores, de sacudirse el polvo que siempre batalla por imponer la rutina, listos a escuchar la franca sugerencia para mejorar la programación y el consejo oportuno para crecer  en esos oficios del rigor y el arte.

  Sabemos cuanto quieren los sanjuaneros su corresponsalía, cuanto agradecen sus caminos llenos de amor y respeto que solo una cámara certera, un realizador sensible, una voz noble y una dirección eficiente puede lograr que cada sábado, a las cuatro de la tarde se adueñe de nuestros hogares como el mejor programa televisivo.

 

 

FOTOS.

Una foto en tus manos es un cerebro que habla; guardada, un amigo que espera; olvidada, un alma que perdona; y destruida, un corazón que llora.
(anónimo)

Hay fotos que nos traen recuerdos inolvidables, sobre todo esas amarillas, en blanco y negro, que denotan sobre ellas ese polvo mágico de los años que le dan un toque de sensual misterio.

Todos tenemos guardadas viejas fotos, aquellas desde la que nos sonríen los abuelos con esa nostalgia de querer seguir viviendo aun entre nosotros, no por el ansia de eternidad sino el de conocer de nuestros éxitos y aconsejarnos en los fracasos.

Están las fotos de amor, la del día de la boda, algunas guardadas a pesar de la desilusión y otras como la de un trofeo que nos muestra nuestras eternas razones de estar unidos para siempre con el ser querido que estará a nuestro lado aun después de que la muerte nos separe.

Hay otras como las que ahora mostramos de un viejo San Juan, de su estación de ferrocarril, de sus antiguos puentes, de nuestra primera casa de socorro y de nuestro último Mambí.

Hoy, la tecnología nos permite tener guardadas en una carpeta perdida entre los rincones de nuestros discos duros miles de fotos, sin embargo, nada comparable con esas que guardamos en las gavetas de nuestros escaparates, que a pesar del polvo de los años siguen transmitiendo recuerdos hasta el último día de nuestras vidas.

FOTOS.

Una foto en tus manos es un cerebro que habla; guardada, un amigo que espera; olvidada, un alma que perdona; y destruida, un corazón que llora.

                                                                (anónimo)

Hay fotos que nos traen recuerdos inolvidables, sobre todo esas amarillas, en blanco y negro, que denotan sobre ellas ese polvo mágico de los años que le dan un toque de sensual misterio.

Todos tenemos guardadas viejas fotos, aquellas desde la que nos sonríen los abuelos con esa nostalgia de querer seguir viviendo aun entre nosotros, no por el ansia de eternidad sino el de conocer de nuestros éxitos y aconsejarnos en los fracasos.

Están las fotos de amor, la del día de la boda, algunas guardadas a pesar de la desilusión y otras como la de un trofeo que nos muestra nuestras eternas razones de estar unidos para siempre con el ser querido que estará a nuestro lado aun después de que la muerte nos separe.

Hay otras como las que ahora mostramos de un viejo San Juan, de su estación de ferrocarril, de sus antiguos puentes, de nuestra primera casa de socorro y de nuestro último Mambí. 

Hoy, la tecnología nos permite tener guardadas en una carpeta perdida entre los rincones de nuestros discos duros miles de fotos, sin embargo, nada comparable con esas que guardamos en las gavetas de nuestros escaparates, que a pesar del polvo de los años siguen transmitiendo recuerdos hasta el último día de nuestras vidas.

El mes de las flores.

Hay cosas que no se cuentan y mueren en los corazones.¨
Lucas Vides.
A punto de culminar el mes de mayo nos deja como cada año esa sensación de tránsito entre los recogedores fríos y los calores desbordantes, o como expresó un poeta, el alumbramiento de la cortina imaginaria del tiempo entre el invierno y el verano.

A pesar de que persiste una tenaz sequía en San Juan y Martínez no renuncia mayo a su calificativo del mes de las flores, con solo mirar al entorno, las descubrimos en los jardines, en los campos y las más intrépidas, brotando en las rasgaduras del asfalto y la profundidad de las cunetas.

No es una casualidad entonces de que el día 9 de este mes fue escogido como el Día Internacional de las aves, el 17 para homenajear a los horticultores y el 22 para cuidar de la diversidad biológica.

Claro que mayo es mucho mas, nace con la cita internacional de los trabajadores del mundo, se estremece con la primera vez que nuestro Fidel cerró un congreso con la palabra VENCEREMOS, y se llena de patriotismo con el homenaje a Martí, nuestro héroe nacional.

Su segundo domingo nos enlaza al sentimiento más noble del ser humano, a ese que nació de un complicado recinto en el vientre de la madre y se extendió por sus caricias, sus consejos y sus arrugas.

Como si no fuera suficiente para que los sanjuaneros amemos al mes de mayo con la pasión de los recuerdos luminosos, el 29 se celebra en Cuba el día del trabajador

LAS CALIENTES ARENAS DE GIRÓN.

                 “Honrar a los que cumplieron con su deber es el modo más eficaz que se conoce hasta hoy de estimular a los demás a que lo cumplan.”

                                    José Martí.

Aun los que visitan las calientes arenas de Playa Girón sienten bajo sus pies el murmullo ensordecedor de los disparos, el estruendo de las bombas la angustia de los despertados en medio del clamor de la batalla.

 

Si se observa con detenimiento se pueden percibir a pesar del paso de los años los polvos humanos de la memoria en un casquillo hundido en el lodo de la ciénaga, en los objetos históricos preservados con celo o en las palabras de los que aun viven para contar la epopeya histórica que estremeció al Mundo.

 

Tal parece que las costas saludan a los visitantes con las leyendas a flor de arena, en esa expansión de las olas entre salgazos, caracoles y pequeños cangrejos también se narra sobre la sangre derramada en ella.

 

Allí estará para siempre la niña que perdió sus zapatitos blancos, el padre cuyo último recuerdo fue para su hijo nacido en la víspera, el joven que se llevó en sus labios el sabor del último beso de su amada en la precipitada despedida.

 

Sí, de Girón se puede hablar de las épicas batallas, del valor temerario ante las balas, del desafío a los aviones yankis ocultos detrás de nuestra bandera, pero es también necesario recordar a nuestros héroes que allí dejaron para siempre preservados en la majestuosidad del paisaje su último suspiro por la independencia de la Patria.

 

En busca de una sonrisa

En busca de una sonrisa

¨La medicina pasa al médico, que ya por serlo cura, y con su sonrisa suele abatir la fiebre.¨

                                                José Martí.

San Juan y Martínez es un pueblo que tiene mucho que agradecer a sus médicos, desde aquel inolvidable Daniel Saínz que compartía sus alimentos con los enfermos más pobres, hasta Sergio Piloña Ruiz que convierte cada tarde su portal en consultorio.

A pesar de trabajar en el Hospital Materno Provincial sabe que su jornada laboral más intensa lo espera en su casa en las horas en que la inmensa mayoría de las personas disfrutan del recogimiento familiar para el baño y la cena.

A esa hora en la acera de su casa se organiza una cola de padres con sus niños en brazos, la mayor parte con esas caras de angustia que los caracteriza cuando lo llevan al médico, pero cuando llega Sergito todo se transforma.

Este robusto doctor en que unas canas prematuras denuncian la llegada de los cincuentas años de vida es un médico diferente a los que conocen desde sus nacimientos.

Este lo atiende en pantalón corto, descalzo, juega con sus padres y antes de revisarles las gargantas les acaricia la cabeza, les habla de la playa, les pregunta si vieron los muñes y sin percatarse comienzan a tratarlo como al tío que tanto quieren.

Así es el Doctor Sergio Piloña Ruiz, ni su propia familia sabe de donde saca tanta fuerza, dulzura y empeño en atenderlos a todos, sin cobrar un centavo, porque como él mismo afirma, el mayor pago para un médico de niños es atrapar en sus rostros una sonrisa de felicidad.

La Torre

La Torre

“Dicen que las alegrías, cuando se

                                Comparten, se agrandan”

                                                Monje Benedictino.

   

Aún algunos discuten si amarraron a ti 50 yuntas de bueyes para derrumbarte o si apenas fueron 12, lo que realmente importa es que quedaste en pié, tiznada y dolida, pero de pié como la Patria.

Por el municipio de San Juan y Martínez, aún quedan dispersos pedazos de tus maderos, algunos guardados en el museo, otros al pié de tu nueva estructura, pero todos gritándonos desde su orgulloso silencio, ¡ Yo estaba allí!.

Desde entonces te han reconstruido varias veces, pero tu hermosa estirpe colonial se preserva en tu ojo mágico desde el que 4 campanas nos recuerdan que estás de pié, para felicidad de los hijos de este pueblo.

Nuestros antepasados pasaron frente a ti aquella fría madrugada del 21 de febrero de 1896, tienes el privilegio de quedar como único testigo de aquel desprendimiento que hoy recoge la historia como el Día de la Dignidad Sanjuanera.

Los que desde niño aprendimos a quererte por lo que entregas, se nos estremece el alma cuando te vemos cubierta por nuestra heroica bandera, como si estuvieras de nuevo dispuesta a echar a andar por los senderos de la historia.

                 

                                      

El Camino del alfil

“Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene.”

                                                          José martí.

A los cuatro meses de nacido Javier Chico Pérez,  sus padres descubrieron que no fijaba la mirada, que los hermosos ojos del niño no se movían siguiendo la luz, perseguían  solo los sonidos, que desde entonces le agudizaron los oídos por los que percibe la vida.

 

Desde que comenzó a dar los primeros pasos su hermano mayor se convirtió en su seguro bastón, en las riendas de su caballo, en los pedales de su bicicleta, en el confesor de sus ternuras y deseos.

 

Ama al ajedrez, dice que el alfil es su pieza preferida en el juego porque aun cuando tiene que andar transversal puede recorrer de una solo jugada todo el tablero.

 

Lo dice con la natural agudeza de el campeón del juego ciencia en el Concurso Anual para ciegos y débiles visuales del pasado año., éxito que piensa repetir en el evento convocado en este para la ciudad de Villa Clara.

 

Cuando sus padres lo dejaron en la Escuela José Martí para ciegos y débiles visuales asumió la vida con el reto de ser independiente, su natural inteligencia lo ayudó a que sus compañeritos de aula lo tengan hoy como un líder por sus oportunos consejos.

 

En ocasiones su maestra de la escuela Secundaria Básica Antero Fernández Vargas se queda sin respuestas ante las preguntas que le hace como aquella del color del viento que escuchó en una canción de Luís Gardel.

No se pierde una acampada de los pioneros exploradores, en ellas disfruta del calor de las fogatas y se adueña de la palabra para contar aventuras donde se entrelazan las realidades y los sueños de un niño que aprendió a dominar la dulzura ante el reto del  mundo de las sombras.

 

Cuando  conocimos a Javier, sin las gafas que acostumbran a usar los invidentes, pequeño y delgado paro firme como la vibrante cuerda de una guitarra, con el pelo rubio bordeándole la frente y moviendo con seguridad las piezas del ajedrez comprendimos que  un niño así siempre quisiéramos tenerlo como  amigo.

Las tijeras y el amor

Las tijeras y el amor

“El genio se compone del dos por ciento de talento y el noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación”.

                                           Ludwig Van Beethoven.

Cuando usted sebe que en una familia conviven 32 peluqueras y barberos se interesa por conocer de ella, pues el hecho mueve la curiosidad.

En San Juan y Martínez la cuna de los Rodríguez Pérez tienen ese don, entre ella se destaca José Rodríguez Pérez, que hace 46 años cogió una tijera en sus manos y aun hoy la enarbola con el orgullo de ser considerado uno de los mejores especialistas en la estética y belleza del país.

Su arte lo llevó a recorrer muchos países del planeta, entre ellos la desaparecida Unión Soviética, Bulgaria, Polonia, Hungría y Alemania de los que siente un gran agradecimiento pues en ellos fortaleció su estilo y formó una vocación por la enseñanza.

El aval que significa las medallas, premios y reconocimientos que atesora en el expediente de su vida como el de pertenecer al equipo cubano de peluquería y obtener el premio de la revista Opina en la copa de la amistad efectuada en La Habana  en 1988 lo convirtieron en maestro.

Su arte para enseñar sobre las técnicas de belleza y estética lo práctica hace 27 años y siente orgullo de que más de mil de sus alumnos hoy se dediquen a los oficios de peluqueras y barberos.

Si usted disfruta del arte de un mago de convertir un pañuelo en una paloma, se recreará aun más de ver como José Rodríguez trasforma a una persona que la naturaleza no la favoreció,  en otra que al llegar a un lugar todos la miren por su estética y su belleza.

 

 

 

Con la Cámara en Ristre.

                “El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se hace”. 

                                                León Tolstoi.

Los que hace cuatro años decidieron cambiar sus vidas y penetrar en el mundo del sonido y de la imagen fueron fieles al pensamiento del intelectual soviético León Tolstoi, “ellos siempre quieren lo que hacen”.

Ellos se fundieron en un haz de luz que invadieron nuestros hogares desde la cotidiana realidad revestidas de sueños desde una bahía fotografiada por el satélite, por donde cada semana Consolación nos ve, o Sandino se empeña en permanecer verde como los oasis.

También está La Palma con sus avatares de día a día esperando los ocasos al filo de la tarde,  o  los palacios, en los que aun una perra tierna y cariñosa nos recuerda que todos somos parte de este viaje cosmico alrededor del Sol.

Cuanto ánimo nos entrega esa Mina inagotable con su ARRIBA GUAJIRO, San Cristóbal que a pesar de los retos geográficos seguirá siendo pinareña para siempre. o ese colectivo de San Juan que nos moviliza cada tarde de sábado para enrriquecer nuestra identidad.

Sí, hace cuatro años comenzó en vueltaabajo otra búsqueda en la génisis de la información, en ella se fue hasta las intimidades Del polvo y de la luz, hasta el último árbol del verde caimán, ANTE EL AROMÁTICO TABACO, se esperó por el levante de la jaula de langosta, se apresó el salitre de las playas y se persiguió la última racha de viento de las tormentas.

Los telecentros no llegaron a nuestras vidas como meros monumentos del ladrillo y el cemento, llegaron como los necesarios monumentos del alma para depositar en ellas nuestra historia y nuestros sueños.

Otra gota de amor.

              “El periódico es una espada y su empuñadura la razón.” 

                                                                                      José Martí.

La programación de TV San Juan durante todo este año, sólo ha sido  una gota en el océano de las informaciones, apenas unos minutos que con humildad pretendió entrar en sus hogares para alegrar el corazón de todos. 

Recordamos a nuestros héroes, a hombres y mujeres que llevan en sus almas el orgullo de ser sanjuaneros, desde los más humildes, hasta los de mayores éxitos, pero todos, queridos y respetados por el pueblo.

También compartimos  con la mamá que lleva a su hijo como a un corazón fuera del pecho, al papá que se estremece con una caricia, al enamorado sorprendido en la complicidad de un beso. 

Estuvimos en el cementerio, en el que como dijo el poeta Gustavo Adolfo Beker,  “Que solo y que triste quedan nuestros muertos”, hablamos de nuestro Hoyo de Monterrey, de nuestros puentes y parques, de las playas en que reposa una sirena o cabalga vigoroso un caballo de coral.

Se avecina un nuevo año de trabajo, en el que trataremos de verter otra gota de amor en el inmenso océano de los sentimientos, si en algún momento su rostro se  humedece y se le escapa una de esas lágrimas que nacen del alma, no se apene, ella será mas para agregar al mar que seguro, sería menos, si ella faltara.

Han pasado 4 años desde que por primera vez llegó a nuestros hogares las imágenes de TV San Juan, desde entonces fuertes soles, prolongados aguaceros, vientos huracanados, transitaron por las pantallas gracias al esfuerzo de este colectivo.

Sabemos que no todo es perfecto, espacios que solo duraron varios meses, días que salimos al aire mutilados, semanas sin la crítica oportuna y crónicas que no llegaron a anidar en nuestros corazones, nos agobiaron el alma.

Pero incluso, en esos tropiezos descubrimos luz, tocamos  con nuestras manos las manchas y nos tratamos de crecer con el  calor que origina  una programación que aún en muletas ya camina por el mundo del agradecimiento en cientos de hogares.

En la niña  y jóvenes que crecen a nuestro lado, , en el duro verbo de la síntesis informativa, en esa mágica de la comunicación a través de la entrevista, en el arte de pegar las imágenes y en la incansable búsqueda con la cámara en ristre, transcurrieron los años.

Entremos a los próximos doce meses con el compromiso de ser mejores, de sacudirnos el polvo que siempre batalla por imponer la rutina, por recibir  de ustedes el consejo oportuno para crecernos en estos oficios del rigor y el arte.

Imposible Bloquear el Alma

"Es un gran privilegio haber vivido una vida difícil"

                                             INDIRA GANDHI

El 19 de Octubre es señalado por los almanaques de la historia el inicio del bloqueo de los estados Unidos a Cuba, pero en los almanaques del alma, esos que buscan en las raíces y se alimentan de su sábila ese crimen ha sido eterno.

Quien lo dude pregúntele a los padres que acarician  a su hijo con una agónica enfermedad que espera por el medicamento que se demora en llegar a causa del bloqueo.

Pregúntele al científico que cerró la carpeta de su investigación por la falta de un reactivo, a los que tienen necesidad de viajar en ómnibus y el espacio compite con la asfixia.

Si se indaga encontraremos a millones de cubanos con historias como estas, son las razones por las que cada año los pueblos del mundo votan contra el bloqueo de los Estados Unidos a la isla.

A pesar de ese muro levantado por el odio y la impotencia los cubanos colocan zancos en sus piernas para saltarlo una y otra vez, para que aquel niño a pesar de todo cuente con el medicamento necesario, para que el científico abra de nuevo su carpeta, para sacudir el polvo en todos los rincones que se ha acumulado.

Por esa voluntad de quitarle ladrillos al bloqueo es que los pueblos condenan la brutal política de los Estados Unidos que no le queda otro futuro que el ser lanzada al basurero de la historia.

Bajo las húmedas alas del águila

"Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos"

                                        (M.L. King)

La noticia del criminal sabotaje al avión de cubana en Barbados ocurrido el 6 de octubre de 1976 estremeció a los cubanos que a pesar de las lágrimas se irguieron  viriles  para hacer temblar la injusticia.

  Desde entonces las palabras emanadas desde la cabina de la nave y la imagen de su caída en el mar viven con nosotros, concientes que desde el fondo del océano los sables de nuestro equipo juvenil de esgrima reclaman justicia.

  Duele saber que los terroristas que planificaron el criminal sabotaje caminan hoy por las calles de Miami protegidos bajo las húmedas alas  del águila imperial.

  Los cubanos  cumplimos cada día las palabras proféticas de nuestro comandante en Jefe Fidel Castro pues desde entonces ellos tiemblan de impotencia, ese mismo año de 1976 aprobamos nuestra constitución socialista  la que se convirtió en paradigma de los pueblos de la América.

  Tiemblan porque la revolución es in destruible, tiemblan por la existencia de héroes que luchan contra el terrorismo que desde sus propias prisiones envían cada día un mensaje de aliento, tiemblan porque desde aquella costa de Barbados un obelisco eterno los señala y acusará  para siempre.

 

La vida incluye………..

“Las semillas duermen en el secreto de la tierra hasta que a una de ellas se le ocurre la fantasía de despertar".

                     ( Antoin de Saint-Exupéry).

La vida incluye, entre otras muchas cosas, un viaje gratis alrededor del sol todos los años.  Así, con ese tras cursar del tiempo pasaron las vacaciones como un haz de luz, fueron dos meses en que cambió para la mayoría el ritmo de la vida.

La playa, el río, las excursiones al campo, las visitas al zoológico, al acuario, a los parques, son los temas de los encuentros en las escuelas en estos primeros días de clase.

Ya los estudiantes están en sus nuevas aulas, seguro se sentaron  en otros asientos y reposan sus manos encima de otras mesas escolares, algunas de estreno, en otras encontraran grabadas viejas historias.

Sobre sus tablas estarán plasmados los  arañazos de los anteriores alumnos al afilar la punta de los lápices, o quizás un nombre, escrito más con el corazón que con las manos de lo que fue un  gran amor.

La vida incluye.

“Las semillas duermen en el secreto de la tierra hasta que a una de ellas se le ocurre la fantasía de despertar".

                     Antonio de Saint-Exupéry

La vida incluye, entre otras muchas cosas, un viaje gratis alrededor del sol todos los años.  Así, con ese tras cursar del tiempo pasaron las vacaciones como un haz de luz, fueron dos meses en que cambió para la mayoría el ritmo de la vida.

La playa, el río, las excursiones al campo, las visitas al zoológico, al acuario, a los parques, son los temas de los encuentros en las escuelos en estos primeros días de clase.

Ya los estudiantes están en sus nuevas aulas, seguro se sentaron  en otros asientos y reposan sus manos encima de otras mesas escolares, algunas de estreno, en otras encontraran grabadas viejas historias.

Sobre sus tablas estarán plasmadas los  arañazos de los anteriores alumnos al afilar la punta de los lápices, o quizás un nombre, escrito más con el corazón que con las manos de lo que fue un  gran amor.

 

 

Claro, que al culminar las vacaciones de cada verano se pueden escribir miles de historias semejantes, pero en todas esta esas cosas que incluye la vida que nos renuevan las ganas de vivir.

Cada año, al comenzar un nuevo curso escolar, recordamos  aquella aula en la que en una de sus mesas grabamos un nombre mientras realizábamos un viaje gratis alrededor del Sol.

La China.

La China.

“Los perezosos siempre hablan de lo que piensan hacer, de lo que harán; los que de veras hacen algo no tienen tiempo de hablar ni de lo que hacen”.

                                                                   Goethe

 

Cuando usted le dice a Carmen Cabrera Reyes que le enseñe algún recuerdo querido de su infancia ella le muestra con orgullo su carné que le otorgaron cuando ingresó al Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba.

 

Después nos habla de cuanto sacrificio hay detrás de aquellos sellos que atesora como el cofre de sus mas bellos recuerdos.

 

En aquel ambiente conocimos a la China, como todos la llamamos cariñosamente en San Juan y  Martínez,  fundando luego al Partido Comunista en el municipio, a  los CDR, y a  las delegaciones de la Federación de Mujeres Cubanas.

 

Pero no podemos confundirnos, detrás de esas verdades hay una mujer amante de su familia, de su barrio, de la bodega a la que cada día acude a comprar el pan y conversa con sus buenos amigos.

 

Aún en su plena tercera edad nos recordó aquella protagonista de la última historia de nuestra película clásica Lucía, así, rebelde, zafándose las ataduras de siglos que amarraron a la mujer cubana a las brazas de los fogones y la húmeda madera de las bateas.

 

Al estrecharle la mano recorrió de nuevo por nuestros recuerdo aquella década de los años 60, y nos pareció que el tiempo en ella se había detenido como si quisiera seguir mostrando su heroica entrega, pues estaba allí, a pesar de sus 72 años, con su pelo jugueteándole  en las pestañas de sus vivos  ojos.

El anillo

El anillo

“…la luz empieza a brotar en lo alto de una sierra!”
Sergio Saíz Montes de Oca


Alguien expresó que la ternura no es el fuego de una pasión, sino la suavidad de una caricia. Ello significa que vive en los detalles, esos que parecen intrascendentes y sin embargo nos estremecen el alma.
La frase, la recordamos cada vez que visitamos la casa museo Hermanos Saíz en San Juan y Martínez, municipio de Pinar del Río, y nos encontramos con Esther Montes de Oca Domínguez, la madre de Sergio Saíz Montes de Oca, el mártir más joven de este territorio.
Allí renace el sentimiento cuando vemos a la cariñosa anciana con sus dos ojos convertidos en lagos de ternura acariciando el anillo de graduado de bachiller de Sergito.
El anillo era entregado a los graduados de bachiller en el instituto de segunda enseñanza de Pinar del Río, Sergio añoraba llevar en su dedo esa prenda, sin embargo, fue asesinado por esbirros de la tiranía de Fulgencio Batista días antes a la fecha en que le sería otorgado.
Sus excelentes notas, su juventud y amor a la Patria le hacían merecedor de recibir el alto reconocimiento, por ello sus compañeros de estudio en la noche del 13 de agosto de 1957, durante las exequias del joven entregaron a la madre el anillo.
Esther, sin perder la ternura que eternamente llevará en su corazón, se puso de pié, caminó hasta el féretro de su hijo Sergio y le colocó el anillo de graduado.
Hoy, la joya descansa en su estuche entre las piezas que conforman el patrimonio de la casa museo Hermanos Saíz de San Juan y Martínez, en ella aún vive Esther, y en su memoria el recuerdo imperecedero de sus hijos.