El doctor del consultorio 6.
Juan José Portillo pudiera ser un nombre común para los cubanos, sin embargo, es un galeno salvadoreño que luego de su graduación fue ubicado en el consultorio 6 del área urbana en San Juan y Martínez.
Supe de él por numerosos comentarios favorables, que desde su llegada, hace la población de más de mil pacientes. Al inicio de la calle Leopoldo Pérez, una de las arterias principales del poblado está su local de trabajo.
Llegué temprano en la mañana y lo localice desayunando en una cafetería cercana. “Periodista vivo en Pinar del Río y hoy salí rápido, no me dio tiempo a comer nada, usted sabe, después que uno entra al consultorio es sin parar hasta que hayan personas necesitadas de mis servicios”.
Más bien delgado, en su rostro, la humildad de los hijos de un pueblo de cultura milenaria, que han sufrido siglos de explotación.
Se considera hijo de Cuba aunque haya nacido en Santa Elena en la provincia de Urzulutan en la república de El Salvador.
¿Cómo conociste de la beca para estudiar Medicina?
“El gobierno nuestro ofreció cinco becas por cada municipio para estudiar medicina en Cuba. Tuve que eliminarme con otros nueve compatriotas y tuve la suerte gracias a dios y a mi empeño personal fui uno de los seleccionados. Yo conocía la historia de la Revolución porque estaba involucrado con grupos de solidaridad con la isla y participaba en algunas actividades en favor de los cubanos y su ejemplo”.
¿Cómo funcionó la vida en Cuba durante los primeros años?
“Imagínate llegar a otro país, cambiar muchas de nuestras costumbres alimenticias, conocer a nuevas personas entrañaba un gran reto. La amabilidad y atención de los cubanos hacia nosotros hizo posible que nos integráramos fácilmente a esta sociedad.
Viví en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) dos años, rodeado de jóvenes de más de 30 nacionalidades, cada uno con su idiosincrasia, costumbres, portadores de culturas diferentes
En ese tipo de ambiente, uno termina consciente de que nos hemos enriquecido como seres humanos. También compartir con los cubanos, inicialmente con los profesores, trabajadores de la escuela y personal de servicio, la valoro de extraordinaria experiencia porque nos enseñaron a amarnos a pesar de la diferencia”.
¿Dónde continúas los estudios?
“Comencé mi tercer año en la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Ernesto “Che” Guevara en la ciudad de Pinar del Río, donde terminé mis estudios en el 2013. De esta provincia me viene a la mente la participación en las actividades convocadas por organizaciones juveniles y estudiantiles. Hicimos muchas jornadas de trabajo voluntario en la agricultura conmemorando fechas históricas o celebrando algún acontecimiento.
¿Experiencia en el consultorio?
Finalmente me ubicaron en este municipio de San Juan y Martínez en el consultorio 6 donde las personas son muy amables y comprensivas, se que brindamos un servicio muy importante, vienen a buscar consuelo para sus dolencias y las tratamos con mucho respeto, ponemos todos nuestros conocimientos en función de hacer el diagnóstico con la mayor exactitud posible. Me siento muy contento de verdad en esta mi primera experiencia después de graduado.
Desde el punto de vista profesional ¿cuáles son sus expectativas?
“Mis intenciones son terminar la especialidad de Médico General Integral (MGI). Usted sabe en esta rama siempre tenemos que estar actualizándonos, aprendiendo. Para cuando llegue a mi país ir lo más preparado posible y ayudar a mi pueblo a mejorar su calidad de vida a través de una mejor medicina”.
Dr. Juan José ¿qué papel juegó su familia en toda su formación y como lo ven ahora graduado?
“Mira provengo de una familia de campesinos, mi padre era aserrador de madera y mi madre ama de casa. Mi mamá no sabe leer ni escribir, y hace aproximadamente 27 años mis padres se separaron y ella tuvo que asumir la alimentación y educación de nuestros cinco hermanos. Imagínese usted lo que eso representa en un país como en el mío donde los pobres pasan mucho trabajo para vivir.
Por suerte mi hermana mayor pudo estudiar y graduarse de maestra y eso mejoró un tanto la solvencia económica.
Ellos están muy contentos con mi título y tengo que agrádeselos a ellos también, porque desde allá me dieron mucho apoyo y aliento, mi mamá estuvo en mi graduación y lloraba de alegría cuando me veía con mi pergamino en la mano.
¿Qué significado tiene haber vivido en esta isla del Caribe?
Siento mucha admiración por el pueblo cubano. Admiro su cultura, su valor al enfrentar las hostilidades del imperio y de un mundo capitalista desgarrador, su lucha por convertirse en un paradigma para los demás países. Realmente Cuba nos ha mostrado que un mundo mejor es posible.
El doctor del consultorio 6.
Juan José Portillo pudiera ser un nombre común para los cubanos, sin embargo, es un galeno salvadoreño que luego de su graduación fue ubicado en el consultorio 6 del área urbana en San Juan y Martínez.
Supe de él por numerosos comentarios favorables, que desde su llegada, hace la población de más de mil pacientes. Al inicio de la calle Leopoldo Pérez, una de las arterias principales del poblado está su local de trabajo.
Llegué temprano en la mañana y lo localice desayunando en una cafetería cercana. “Periodista vivo en Pinar del Río y hoy salí rápido, no me dio tiempo a comer nada, usted sabe, después que uno entra al consultorio es sin parar hasta que hayan personas necesitadas de mis servicios”.
Más bien delgado, en su rostro, la humildad de los hijos de un pueblo de cultura milenaria, que han sufrido siglos de explotación.
Se considera hijo de Cuba aunque haya nacido en Santa Elena en la provincia de Urzulutan en la república de El Salvador.
¿Cómo conociste de la beca para estudiar Medicina?
“El gobierno nuestro ofreció cinco becas por cada municipio para estudiar medicina en Cuba. Tuve que eliminarme con otros nueve compatriotas y tuve la suerte gracias a dios y a mi empeño personal fui uno de los seleccionados. Yo conocía la historia de la Revolución porque estaba involucrado con grupos de solidaridad con la isla y participaba en algunas actividades en favor de los cubanos y su ejemplo”.
¿Cómo funcionó la vida en Cuba durante los primeros años?
“Imagínate llegar a otro país, cambiar muchas de nuestras costumbres alimenticias, conocer a nuevas personas entrañaba un gran reto. La amabilidad y atención de los cubanos hacia nosotros hizo posible que nos integráramos fácilmente a esta sociedad.
Viví en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) dos años, rodeado de jóvenes de más de 30 nacionalidades, cada uno con su idiosincrasia, costumbres, portadores de culturas diferentes
En ese tipo de ambiente, uno termina consciente de que nos hemos enriquecido como seres humanos. También compartir con los cubanos, inicialmente con los profesores, trabajadores de la escuela y personal de servicio, la valoro de extraordinaria experiencia porque nos enseñaron a amarnos a pesar de la diferencia”.
¿Dónde continúas los estudios?
“Comencé mi tercer año en la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Ernesto “Che” Guevara en la ciudad de Pinar del Río, donde terminé mis estudios en el 2013. De esta provincia me viene a la mente la participación en las actividades convocadas por organizaciones juveniles y estudiantiles. Hicimos muchas jornadas de trabajo voluntario en la agricultura conmemorando fechas históricas o celebrando algún acontecimiento.
¿Experiencia en el consultorio?
Finalmente me ubicaron en este municipio de San Juan y Martínez en el consultorio 6 donde las personas son muy amables y comprensivas, se que brindamos un servicio muy importante, vienen a buscar consuelo para sus dolencias y las tratamos con mucho respeto, ponemos todos nuestros conocimientos en función de hacer el diagnóstico con la mayor exactitud posible. Me siento muy contento de verdad en esta mi primera experiencia después de graduado.
Desde el punto de vista profesional ¿cuáles son sus expectativas?
“Mis intenciones son terminar la especialidad de Médico General Integral (MGI). Usted sabe en esta rama siempre tenemos que estar actualizándonos, aprendiendo. Para cuando llegue a mi país ir lo más preparado posible y ayudar a mi pueblo a mejorar su calidad de vida a través de una mejor medicina”.
Dr. Juan José ¿qué papel juegó su familia en toda su formación y como lo ven ahora graduado?
“Mira provengo de una familia de campesinos, mi padre era aserrador de madera y mi madre ama de casa. Mi mamá no sabe leer ni escribir, y hace aproximadamente 27 años mis padres se separaron y ella tuvo que asumir la alimentación y educación de nuestros cinco hermanos. Imagínese usted lo que eso representa en un país como en el mío donde los pobres pasan mucho trabajo para vivir.
Por suerte mi hermana mayor pudo estudiar y graduarse de maestra y eso mejoró un tanto la solvencia económica.
Ellos están muy contentos con mi título y tengo que agrádeselos a ellos también, porque desde allá me dieron mucho apoyo y aliento, mi mamá estuvo en mi graduación y lloraba de alegría cuando me veía con mi pergamino en la mano.
¿Qué significado tiene haber vivido en esta isla del Caribe?
Siento mucha admiración por el pueblo cubano. Admiro su cultura, su valor al enfrentar las hostilidades del imperio y de un mundo capitalista desgarrador, su lucha por convertirse en un paradigma para los demás países. Realmente Cuba nos ha mostrado que un mundo mejor es posible.v