Prevenir lo más importante.
Los silvicultores y el cuerpo de guarda bosques de San Juan y Martínez trabajan en el mejoramiento de las trochas y caminos de las áreas montañosas con el fin de facilitar las acciones contra los posibles incendios.
El pasado año en el territorio no ocurrieron fuegos de grandes proporciones y los de baja intensidad ocurridos se debieron a imprudencias humanas como el arrojar colillas de cigarros encendidas o prender en ellos hogueras para diferentes fines.
Aun cuando ninguno abarcó más de 50 hectáreas demostró que el peligro está latente en las más de 17 mil hectáreas forestales que cuenta el municipio una de las más ricas biodiversidad del país.
Los siniestros favorecen el aumento de la deforestación y con ello la degradación de los suelos, la pérdida de la recursos y medios, por lo que pronosticar, detectar y extinguir de inmediato los mismos es de gran importancia..
Si en los últimos años los daños en las áreas de San Juan y Martínez no fueron elevados se debe en buena medida al desvelo de los silvicultores y del cuerpo de guardabosques del territorio dispuestos a sofocar los incendios en el tiempo más breve posible.
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