Roniel Iglesias avanzó a final de superligeros; Álvarez con bronce

 

El cubano Roniel Iglesias dominó en los tres asaltos al italiano Vincenzo Mangiacapre para derrotarle este viernes por puntuación de 15-8 y sellar su pasaje a la final de la categoría superligera del torneo de boxeo de los Juegos Olímpicos de Londres-2012.

Iglesias, medallista de bronce en los Juegos de Pekín-2008, topará por el oro con el ganador del combate de semifinales entre el mongol Munkh-Erdene Uranchimeg y el ucraniano Deny Berinchyk.

El cubano dominó a su antojo el combate, imponiendo el ritmo de la pelea en la media y larga distancia para llevarse los tres asaltos por 3-2, 7-4 y 5-2.

"El es un boxeador que tira los golpes por fuera y me cuidé no me fuera a lastimar para la próxima pelea", dijo Iglesias en la zona mixta a la prensa. "En general me sentí muy bien para este combate".

El cubano subió al cuadrilátero de la Arena Excel del este de Londres minutos después de la derrota de su compatriota y campeón mundial gallo Lázaro Alvarez ante el irlandés John Joe Nevin.

"La derrota de Lázaro me conmocionó un poco, porque somos amigos y compañeros de equipo, pero uno está preparado sicológicamente para estas cosas, así que salí a darle a Cuba el primer finalista en estos Juego", añadió.

Alvarez se tendrá que conformar con una medalla de bronce

El irlandés John Joe Nevin dio la sorpresa el viernes en el boxeo olímpico al derrotar por 19-14 al cubano Lázaro Alvarez en las semifinales de la categoría de peso gallo.

Alvarez, monarca del mundial de 2011 y de los Juegos Panamericanos del mismo año, fue la segunda víctima notable de Nevin, quien había eliminado al talentoso mexicano Oscar Valdez en cuartos de final.

Con el público a su favor, Nevin buscó el cuerpo a cuerpo con el púgil caribeño y consiguió llevarse el primer asalto por 5-3. En el segundo, Alvarez asumió el protagonismo pero descuidó su defensa y cayó en un hoyo de 12-9 del que no logró salir en el tercero.

Nevin enfrentará en la final al ganador del cruce entre el británico Luke Campbell y el japonés Satoshi Shimizu.

Tomado de: www.cubadebate.cu