A 43 años de la fundación de Guerrillero: ¿Quién dice que es provincial?

Escrito por Ramón Brizuela Roque   

Hoy estamos de fiesta, Guerrillero cumple 43 años. Parece que fue ayer y ha transcurrido casi toda una vida, primero nació El Socialista y luego -en 1969- fue rebautizado.

Ya no es el mismo de cuando, en tono jocoso, decían que en sus fotos los blancos parecían mulatos, los mulatos se volvían negros y los negros no se veían.

También quedó atrás el tiempo en que muchos esquivaban su presencia en él, eran los menos -algunos que ocupaban cargos importantes o eran figuras de algún sector- y preferían aparecer en las páginas de Granma o Juventud Rebelde. Por suerte, el pueblo, que es mayoritario, agradecía cualquier esquinita en el periódico.

Nadie lo puede rebatir, más de 40 años en estas lides en Pinar del Río me arman de la veracidad y, lo más importante, visto precisamente desde el escenario de un medio nacional en el que trabajaba.

No soy de los fundadores ni de los que llegó primero a Guerrillero, en él solo llevo poco más de una veintena de años, pero me concedieron el honor de entrar a su colectivo y he vivido sus alegrías y tristezas, sé de la inquebrantable actitud de sus realizadores, del espíritu de superación constante de sus periodistas y fotorreporteros, de su fidelidad con lo que hacen y por quien lo hacen.

En estas poco más de cuatro décadas pasaron varias direcciones, todas dejaron una huella favorable, siempre a favor del desarrollo, no solo de la imagen, sino del contenido.

A la actual, le tocó una de las mayores metas: introducir las tecnologías avanzadas de la comunicación, cambiar mentalidades, formar al personal en las técnicas de la informática, y sin una sola concesión de principios, ahora que están de modas las redes sociales, hacer que el semanario vueltabajero se lea en el mundo.

Se puso en manos de su personal un costoso equipamiento que privilegia al periodismo, si nos atrevemos a mirar atrás y recordar las viejas y chillonas máquinas de escribir Underwood y Robotrom; las cazadoras de imágenes Kiev y Zenit, mientras en los medios nacionales había algunas Leika, Canon o Nikon para los reporteros de lujo.

Podríamos hablar mucho de la tecnología avanzada, pero las generaciones actuales se quedarían sin saber de las hazañas a bordo de una moto Ural, un maltrecho jeep Gaz 69 o las moticos MZ.

Las noticias se escribían con el corazón, porque el periodista no se forma ni con la más moderna computadora, agenda de bordes dorados o pluma con punto de oro... se forja con ideas.

Guerrillero, ahora más que nunca, rinde homenaje a su ícono fundacional, porque como el Che, lleva la imagen, las conquistas y los propósitos de la Revolución a otras tierras del mundo.

¿Quién dice que es provincial? Si sus mensajes alcanzan las más recónditas latitudes a donde se pueda llegar a través de su página web en Internet.