Rostros que hablan

                               Escrito por  Alina Cabrera Domínguez

                                

Sus rostros ennegrecidos los delatan. Estos hombres desafían mosquitos, intrincados parajes y la soledad del monte para elaborar carbón vegetal, un renglón exportable por el cual el país recibe más de 300 mil USD en el año.

Ellos se diseminan por varios puntos de la geografía pinareña. Los Cayuelos, a solo dos kilómetros del Cabo de San Antonio, Macurije o La Palma, son algunos de los sitios que a diario ven la cara del monte convertida en trozos para quemar.

El trabajo es duro, pues luego del corte viene el apilamiento, traslado y quema de la madera, después le siguen las noches de insomnio para evitar que el horno se "vuele" y el duro trabajo haya sido en vano.

Sin embargo, ahora las condiciones son otras y la paga es buena. Hoy un carbonero que produzca para la exportación 6 toneladas del producto, tiene derecho a 120 CUC y unos 2400 pesos en moneda nacional, cifras que sin lugar a dudas estimulan tan difícil actividad económica.