Sergio y Luis Saíz valerosos jóvenes sanjuaneros.

El 13 agosto de 1957 dos jóvenes vidas sanjuaneras son asesinadas por defender la libertad de su pueblo.

Luis y Sergio Saíz Montes de Oca a pesar de su poca edad se destacan por su intransigencia revolucionaria y por la denuncia de los asesinatos cometidos por la dictadura batistiana.

 Sergio se incorporó al Directorio Revolucionario y al Movimiento 26 de Julio. Participó en muchas acciones de agitación y sabotaje siendo conocido en las fichas policiales como el joven del "jacket verde".

Alumno sobresaliente, realizó sus estudios primarios en la escuela José de la Luz y Caballero donde laboraba su mamá Esther, por la noche estudió inglés y cuando terminó el 6to grado ingresó mediante exámenes en el instituto de segunda enseñanza de Pinar del Rio. Su vocación era la medicina.

Durante el curso escolar 1955 - 1956 fue electo por mayoría de votos secretario de la Asociación de alumnos del  Instituto de Segunda Enseñanza pinareño.

Después del Asalto al Palacio Presidencial,  se organiza en el Instituto una huelga y es Sergio ante el asombrado claustro de profesores del plantel  lee su informe "Por qué no vamos a clases", donde describe y critica la situación existente en el país. 

Valeroso y enérgico se enfrentó a la muerte, sin temores y sin doblegarse ante el sicario que pretendía vejarlo públicamente.

Luis a los 11 años Luís ingresó al Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río. Su trayectoria revolucionaria estuvo vinculada a la vida estudiantil. Desde muy joven mostró inquietudes políticas y se destacó por la rectitud de sus principios.

Ya graduado de bachiller ingresó en la Universidad de La Habana para estudiar  derecho.
En el primer año de la carrera sorprende a sus compañeros por su actitud revolucionaria a pesar de su juventud, y es electo delegado de la Federación Estudiantil Universitaria en su curso, donde desarrolla diversas actividades contra la tiranía batistiana.
Mientras estuvo en la universidad formó parte del Directorio Revolucionario en el que operó junto a José Antonio Echeverría, Fructuoso Rodríguez y Machaco Amejeiras.
Más tarde se traslada a su pueblo donde se incorpora al Movimiento 26 de Julio, contribuyendo al desarrollo de las actividades clandestinas.

Aquí es nombrado Coordinador Municipal del Movimiento, cargo que honró hasta el momento en que fuera asesinado defendiendo la integridad personal y dignidad revolucionaria de su hermano el 13 de agosto de 1957, al ser agredido por un agente expresamente enviado para realizar tan vil acción.