Un colectivo del mar

Escrito por Ana María Sabat González

La UEB pesquera Boca de Galafre es un lugar bello, no solo porque está enclavada en un puerto y la consiguiente vista al mar, los barcos... sino porque en la entidad es una preocupación constante la imagen corporativa, aparte del cumplimiento de los planes económicos.

Toda la instalación está bien pintada, presentable, el comedor con las condiciones requeridas, también el taller de reparaciones de los motores y el lugar donde arreglan las artes de pesca. Además, apreciamos que están en la reparación de oficinas.

No obstante, al conversar con Andrés Quesada Batista, director de la entidad, y preguntarle por las insatisfacciones nos habló del tema, a la vez que enfatizó en la política de trabajo que poseen al respecto, la cual requiere siste-maticidad.

"Todavía no tenemos la unidad a la altura que las condiciones actuales exigen. Aunque avanzamos, hay muchas cosas que resolver desde el punto de vista de estética y embellecimiento, esto lleva recursos de los que no disponemos en su totalidad".

DE NÚMEROS Y PECES

El director nos informó que en el primer trimestre del año el plan de producción lo cumplieron al 100,6 por ciento, y que en el mes de abril los resultados fueron favorables.

Esta unidad captura las especies de langosta, escama, ostiones, cobo, y cangrejo blanco de la tierra. También están insertados en los contratos con los pescadores deportivos, incluyendo los de Punta de Cartas.

"Son pescadores que tienen embarcaciones privadas que se acogen al contrato y están a un 183, 9 por ciento en el trimestre. Esta modalidad de captura se dirige directamente al pueblo, porque la UEB posee una pescadería propia situada a la entrada de la base".

El plan de captura de la escama en el primer trimestre era de 20 toneladas y terminaron con 23,1 para un 115 por ciento. En el ostión lograron un 114 y en la langosta un 84,8, especie en veda hasta el primero de julio.

El año pasado la entidad contaba con un plan de 362,8 toneladas de todas las especies, y concluyeron con 405,7. Esto como resultado económico le brindó más de dos millones de pesos al país.

LANGOSTEROS

En el momento de descanso de los pescadores, después del almuerzo, fuimos hasta el plástico 220, de la flota langostera. Allí hablamos con algunos de los integrantes de la tripulación, compuesta por Manuel Ramos González, Reinier Castro González, Miguel Díaz Benítez, Antonio Ayala González y Raidel García González.

Comentaron sobre su amor por el mar y el gusto por su labor, pero que les hace estar gran parte del tiempo (20 días al mes) fuera de casa. Un trabajo bonito, pero que a la vez exige sacrificios.

Refirieron que en el periodo de veda se dedican sobre todo a reparar las jaulas y algunas veces también a pescar el cobo.

Nos dijeron que en febrero la captura fue regular debido al mal tiempo; no obstante, de un plan anual de 18 toneladas capturan 33 o 34. "Siempre salimos entre las tripulaciones destacadas", dicen.

Lo que más les preocupa es la escasez de recursos para hacer los jaulones y que están a un 50 por ciento en las artes de pesca. "Esto nos golpea mucho", según palabras textuales.

DE LA ESCAMA, EL OSTIÓN Y EL COBO

Tienen tres embarcaciones escameras, que al momento de nuestra visita incrementaban la preparación para la corrida de las diferentes especies, que tienen mayor presencia en estos meses de más calor.

Una tripulación se dedica al ostión, y el cobo lo alternan con

los langosteros.

"El cobo se captura bajo una licencia que dirige una cuota muy específica, en un tiempo determinado y es principalmente para la exportación", nos explica Quesada Batista.

"No se pesca con la intención de lograr sobrecumplimentos, sino a partir de un estudio que se hace, se trabaja tratando de mantener la especie, la cual no demuestra un sentido de procreación rápida".

En el centro integrado por un colectivo de 132 trabajadores, de ellos 86 pescadores, tienen una minin-dustria, en la cual hacen filetes, procesan el ostión, minutas, pescado entero y descamado.

Este año les subieron el plan de venta y deben ingresar 917 000 pesos por este concepto, de los cuales han ejecutado más de 192 000, según datos de la dirección, pero esperan cumplir, porque a partir de ahora suben mucho las especies de escama y viene la temporada de playa.

El ambiente que observamos en esta UEB pesquera es bueno, hay apego al trabajo y la emulación bulle.

Quesada Batista habló con orgullo de su colectivo: "El sistema emulativo nos permitió mejorar en el ámbito de la pulcritud, en el cuidado de la propiedad estatal, y ya los trabajadores quieren ganarse el mérito de ser destacados"