Enrique: 38 años como delegado del Poder Popular

En San Juan y Martínez, el desarrollo de la cuarta etapa del XV mandato de los órganos de Poder Popular, creados en 1976, constituye momento propicio para conocer las experiencias de Enrique Ruisánchez Ferrá, delegado hace 38 años.

Encontrarlo siempre es fácil. A pesar de sus 80 años se mantiene al frente de un organopónico en la calle José María Padrón de esta localidad. En una fresca tarde amenazada por la lluvia y teniendo como asiento el borde de los canteros, Enrique cuenta su historia.

“Mira, esta circunscripción siete es muy compleja porque ocupa parte del casco urbano envejecido por el tiempo, con muchas dificultades constructivas y además incluye una zona cercana al río y proclive a las inundaciones. Por eso cuando en aquel lejano 1976 levantaron la mano por mí para que representara a más de 600 electores ante los organismos del municipio, me sentí muy comprometido y a la vez reconocido. Incluso pertenecí al comité ejecutivo municipal estructura que formaba parte del gobierno de aquel entonces.

“Esto en muchas ocasiones me convertía en juez y parte. Los delegados éramos prácticamente hombres orquesta por el momento que vivíamos, algo que se ha resuelto y hoy más que nunca somos la polea trasmisora entre directores y electores y viceversa. Enfatizamos mucho con los administradores para solucionar las situaciones”.

Ruisánchez Ferrá es de esos líderes naturales que viven en los barrios y que la gente acompaña en todas las tareas a pesar de que en muchas ocasiones no se logra la respuesta que resuelve el planteamiento.

“Para lograr que te sigan y estén de acuerdo con tu gestión hay que defender la problemática que te llevan los electores a los despachos, hacer los recorridos por la circunscripción y dominar hasta el mínimo detalle. No podemos aceptar respuestas que no convencen. Todos sabemos que el bloqueo yanqui nos hace mucho daño en toda la vida del cubano, pero te encuentras también que la burocracia y la dejadez de muchos organismos por enfrentar los problemas causan molestias entre la población que pierde su confianza en ellos y en el propio delegado”, dijo.

El próximo 30 de octubre Enrique realizará su primera rendición de cuentas a sus electores en una de las cinco áreas que tiene prevista.

“Hoy las circunstancias son otras y este proceso esencialmente político tiene que enfrentar con las masas la subversión ideológica de nuestros enemigos internos y externos, las indisciplinas sociales y además batallar por mantener todas las conquistas alcanzadas. Por eso nos hemos preparado bien para en nuestra rendición de cuentas esbozar con argumentos todos estos temas y lograr el apoyo total de los electores. Tenemos muchos logros que exhibir pues con los subsidios dados por el gobierno a las personas de bajos ingresos se construyen y reparan casas que mejoran la calidad de vida de los vecinos.

“La casa de abuelos y parte de la calle principal que ocupa nuestra área se mejoró y el servicio de agua a la población es adecuado. Sin embargo, los altos precios de los productos agrícolas que ofrecen los carretilleros y la poca oferta del mercado estatal afecta significativamente el bolsillo de los habitantes”, expresó.

Aunque no lo declaró, en varias de las asambleas municipales en que hemos participado por nuestra labor periodística, Enrique, es uno de los delegados más críticos con la labor del Gobierno en temas que preocupan a pobladores de San Juan y Martínez y que llevan muchos años sin resolverse.

A pesar de que trabaja solo en el organopónico, se siente feliz cuando allí se le acercan los electores a cualquier hora del día para plantearle sus inquietudes pues dice: “La tranquilidad del lugar calma a los visitantes y entonces las conversaciones son más amenas a pesar de la gravedad del problema que le declaran”.

A Enrique los años lo limitan en algunas cuestiones, pero saber que es uno de los cinco fundadores de los órganos del Poder Popular en Pinar del Río constituye un regocijo que lo alienta a seguir esforzándose cada día para defender el único proyecto gubernamental en el mundo donde los electores piden cuenta de su gestión a sus delegados en cuatro ocasiones al año.