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Obtienen en Pinar del Río biogás en bolsas de plástico

Obtienen en Pinar del Río biogás en bolsas de plástico

Escrito por Semanario Opciones

De sus bondades, de las múltiples formas de obtenerlo, e incluso de la necesidad de aumentar su aprovechamiento, se ha hablado largo y tendido. Pero la posibilidad de envasar el biogás en bolsas de plástico, algo que ya se logra con éxito en la provincia de Pinar del Río, constituye sin duda algo novedoso, indica el diario Granma en su sitio web.

Aunque hasta ahora solo se trata de una experiencia aislada, el hecho podría trascender como una innovación de gran utilidad.

Con ella quedaría resuelto, sin tener que apelar a grandes inversiones, el viejo dilema de cómo recolectar este importante portador energético, y se evitarían los costosos sistemas de mangueras o tuberías para llevarlo a las cocinas, dos de los principales obstáculos que han limitado su desarrollo hasta hoy.

Daniel García, artífice de esta iniciativa, explica que además de facilitar la elaboración de alimentos mediante una fuente renovable de energía —en lugar de hacerlo con electricidad, como sucede en la mayoría de los hogares cubanos—, el envasado del biogás sería una garantía para las familias en caso de que falte la corriente debido a alguna rotura o al azote de un ciclón tropical, una situación que a los habitantes de esta isla les ha tocado vivir infinidad de veces.

Todo comenzó hace apenas seis meses cuando Daniel, un campesino de las afueras de la ciudad de Pinar del Río, decidió montar un biodigestor junto a la nave porcina que posee en su finca, reconocida con la doble excelencia de la Agricultura Urbana.

"En aquel momento teníamos el propósito de cerrar el ciclo de producción, y que no hubiera contaminación de ningún tipo al medio ambiente.

"Antes habíamos dado pasos en ese sentido, creando barreras muertas con los residuos de cosecha para evitar la erosión y usando abonos verdes; y con el sistema de biogás pretendíamos aprovechar, además, los residuales de la actividad porcina para fomentar la lombricultura y obtener abono orgánico", alegó.

Unido a ello la nueva instalación comenzó inmediatamente a aportar energía limpia y segura, que permite desde entonces la cocción de alimentos en las tres viviendas más próximas (incluida la de Daniel).

"Al cabo de algunas semanas notamos que el volumen de biogás que se generaba estaba por encima de la demanda de quienes lo estábamos usando, pero para incorporar nuevas casas era necesaria una cantidad de mangueras que habrían resultado demasiado costosa. De modo que nos dimos a la tarea de innovar alguna vía para envasarlo¼ y lo logramos", rememoró Daniel.

Seguridad de las bolsas

A diferencia de otras experiencias llevadas a cabo en la provincia, en las que se ha llegado a recolectar biogás en balones de gas licuado, surgió la idea de hacerlo en las bolsas que se emplean en la Fábrica de Conservas La Conchita para almacenar la pulpa de tomate, selladas herméticamente, muy resistentes y capaces de soportar altas temperaturas.

"Con ellas no hay necesidad de comprimir el gas y, por tanto, el procedimiento resulta mucho más sencillo y eficiente. Simplemente se le conecta la misma manguera que va al fogón, y la bolsa se infla como si fuera un globo", explica el campesino.

Según los cálculos realizados, cada dispositivo puede demorar alrededor de 30 minutos en llenarse, y aportar biogás suficiente para que una familia de tres personas pueda elaborar sus alimentos durante dos días. Transcurrido ese tiempo, se vuelve a recargar el colector, y comienza un nuevo ciclo.

En términos de seguridad, las bolsas se usan siguiendo el mismo principio que los balones de gas licuado que se emplean en muchos hogares. O sea, fuera de la cocina, conectado con una manguera o tubería al fogón para evitar un accidente.

"Además de beneficiar el medio ambiente, por el aprovechamiento de un gas que de lo contrario escaparía a la atmósfera, la utilización de este importante recurso energético tiene un impacto significativo para la economía familiar, por el ahorro que implica no tener que usar la electricidad en la cocción de alimentos", asegura Daniel.

La posibilidad de envasarlo en bolsas, de una manera simple, abre, además, las perspectivas para extender su explotación, algo que hasta ahora se ha visto frenado precisamente por las dificultades para llevar el biogás desde las instalaciones donde se colecta hasta las cocinas de las viviendas, dada la distancia que suele mediar entre unas y otras por razones sanitarias.

Se estima que un metro cúbico de biogás lanzado a la atmósfera sin combustionar, equivale a una tonelada de CO2.

En cambio, su aprovechamiento permitiría cocinar tres comidas para cinco personas o generar una energía equivalente a 0,5 litros de diesel, 0,6 litros de keroseno o 1,6 KW/h de electricidad. Para ello, según la bibliografía consultada, basta con procesar durante un día las excretas de tres vacas, cuatro caballos, nueve cerdos, diez carneros o 130 pollos.

 

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