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Fortalezas vs huracanes

Fortalezas vs huracanes

                               Escrito por  Alina Cabrera Domínguez

La estación de Paso Real de San Diego, ubicada en el municipio pinareño de Los Palacios, es parte del soporte técnico con que cuenta la provincia de Pinar del Río para dar seguimiento a los ciclones tropicales.

Ese centro, logró gran notoriedad el pasado 30 de agosto de 2008 durante el paso por esta región del huracán Gustav, organismo con categoría cuatro y rachas de vientos de hasta 340 kilómetros, que provocaron la rotura del anemorumbógrafo equipo que indica la dirección y fuerza del viento.

Este aparato, en menos de 72 horas estaba nuevamente instalado y prestando servicio, gracias al trabajo de los técnicos de la estación, un colectivo de trabajo que a diario se supera y hoy asume la actual temporada ciclónica con mayor preparación.

Sobre el tema abunda Yosvany Izquierdo Torres, jefe de la estación.

"En estos momentos la estación está capacitando a todo el personal alcanzando el técnico medio en meteorología y eso posibilita una mayor calidad y experiencia en la labor que pueda efectuar el meteorólogo. Además nos preparamos de forma teórica, ejercitamos toda la metodología para tiempo de huracanes, revisamos los grupos especiales, es decir aquellos que conformados por fenómenos extraordinarios que pueden ocurrir de forma inesperada", destacó.

Otra de las fortalezas locales para enfrentar la actual temporada ciclónica es el funcionamiento del centro de gestión de riesgo y los puntos de alerta temprana, pertenecientes al sistema preventivo para minimizar los efectos de los huracanes y de otros fenómenos.

Distribuidos en múltiples localidades su funcionamiento garantiza la información a los residentes en esas zonas ante un peligro inminente, en tanto favorece el desempeño de los consejos de defensa.

Equipados con medios que posibilitan la comunicación con el resto de la provincia en situaciones de riesgo, este sistema es parte del proyecto financiado por la Isla de conjunto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Su funcionamiento sitúa a Pinar del Río en mejores condiciones para enfrentar los embates de fenómenos meteorológicos, en una región que de 1900 a la fecha fue azotada por cerca de 150 organismos tropicales, la mayoría de ellos en los meses de agosto, septiembre y octubre.

 

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