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El embarazo es cosa de muchos

El embarazo es cosa de muchos

Escrito por Ramón Brizuela Roque   

El riesgo reproductivo preconcepcional es la probabilidad que tiene una mujer de sufrir daño en su salud o en el producto de la concepción durante el proceso reproductivo.

Como el control de las mujeres con riesgo contribuye a la disminución en la morbimortalidad materno infantil, el sistema sanitario cubano dedica su esfuerzo para asegurar salud y calidad de vida a los niños y sus progenitoras.

La importancia del tema nos hizo traer a nuestras páginas al doctor Roberto Álvarez Díaz, del hospital Abel Santamaría, profesor consultante y presidente del Capítulo Pinar del Río de la Sociedad Cubana de Ginecología y Obstetricia.

"En la medida que transcurren los años se hace un enfoque cada vez más amplio del riesgo, que en un momento determinado puede influir en que aparezca algún tipo de patología.

"Dicho de otra manera, es buscar cuáles son los factores que pueden influir negativamente en que aparezca un hecho, una patología o cualquier otro elemento que incida
negativamente sobre el estado de salud de la paciente. Viéndolo desde ese punto de vista tendríamos que decir que riesgo preconcepcional no es más que todo aquel factor que pueda estar influyendo en la natalidad antes de la concepción.

"Es por ello que lógicamente el nivel primario de atención cobra importancia en estos aspectos, pues se trata por todos los medios que cuando la pareja en definitiva vaya a decidir tener un hijo, lo haga en las mejores condiciones de salud posible.

"También es una responsabilidad del médico y la enfermera de la familia, por ejemplo, tenemos pacientes con hipertensión arterial, diabéticas o que hayan tenido un parto pretérmino, una muerte fetal o infantil anterior... lógicamente todos estos elementos el médico de la familia los controla y les dirá en definitiva a la pareja si en esos momentos están en condiciones de asumir un embarazo.

"Los factores de peligro son múltiples, entre ellos se pueden señalar el tabaquismo, el alcoholismo, el estrés (un elemento muy importante en estos momentos en nuestro sistema de salud) y la nutrición. Otro riesgo que afecta muchísimo es el embarazo precoz y en edades tardías de la vida.

"Estos aspectos vinculados a la edad se sabe que tributan al bajo peso al nacer, al parto pretérmino, al CIUR (crecimiento intrauterino retardado) y este se debe a agentes múltiples, asociados a los estados nutricionales, el estrés y la hipertensión arterial.

"El estrés constituye uno de los elementos fundamentales vinculado a la hipertensión, al infarto del miocardio, a la úlcera gastroduodenal y en sentido general a una serie de patologías y no solamente en Cuba, es un problema universal.

"El riesgo preconcepcional tributa de forma directa a la mortalidad infantil. El médico de la familia tiene que llevar a la paciente a un embarazo feliz y ahí se imbrican muchas acciones, se indica no solo el control del riesgo por parte de la mujer y de los médicos, sino también la presencia de los métodos anticonceptivos en etapas tempranas de la vida para evitar embarazos durante la adolescencia y no llegar a una interrupción, porque no es solo esta, sino las consecuencias que se deriven, las complicaciones que pueden aparecer propiamente desde el punto de vista del aparato genital.

"Muchas veces las muchachas por desconocimiento se enfrentan a dos o tres interrupciones y como consecuencia, aparece un aparato genital deteriorado, un accidente o una complicación que después da paso a procesos inflamatorios, la endometritis, la salpingitis y entonces la mujer no puede quedar embarazada o aparece el embarazo ectópico como una complicación resultante de esas interrupciones.

"No es solo responsabilidad -reiteramos- del sistema de salud lograr que la mujer arribe a los 20 o 21 años, a su real estado de adultez en las mejores condiciones posibles para poder enfrentar adecuadamente un embarazo, desde el punto de vista nutricional, psicológico, social y biológico.

"La percepción de riesgo tiene un doble aspecto, el de la paciente propiamente dicho, su nivel de conciencia, y el institucional: el médico, la enfermera y otras dependencias de salud.

"A veces la mujer conoce su problema, pero no le da la importancia que requiere y como en un momento determinado aparentemente no le afecta el estado de su organismo, pues lógicamente no hará nada por cambiarlo.

"La segunda parte de esa percepción es la alta responsabilidad del médico, que conoce los riesgos, sabe cómo controlarlos, guiarlos y modificarlos. Es un papel persuasivo sobre prevención y promoción de salud" .

 

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