El abrazo

                                            ¡Y si luego encontramos,

                                             De buenas a primeras, que vivimos,

                                             A juzgar por la altura de los astros,

                                            Por  el peine y las manchas del pañuelo!.

                                                                    César Vallejo.

 

  Sí, vivimos todo un año compartiendo emociones con nuestros amigos, por aquí transitaron muchos de ellos, los que una madrugada fría quemaron la aurora para dignificar a San Juan y Martínez, los que sembraron otra ampolla en sus manos cultivando el tabaco, los que evitaron que incendiaran los bosques tras una llama perdida.

Aun quedan crónicas pugnando por brotar del tintero, por ello tendremos que ponerle alas vigorosas al 2010 para que inicie rápido su vuelo en busca de la anciana que desde niña se ligó a los secretos de la seguridad del estado, el que por más de 50 años trabajó como jefe del almacén de la pesca de Boca de Galafre y nunca tuvo un faltante, o el que transitó por todas las etapas de su vida garantizando los servicios al pueblo.

 Son razones para que sigamos aquí, buscando nuevos abrazos, una sonrisa cómplice, una lágrima fugaz, pequeños gestos de ese polvo humano que se nos va acomodando en los corazones para impulsarnos a seguir transitando por este pueblo que merece del reconocimiento y de la luz de sus victorias.

 Nadie más conciente que nosotros para reconocer los tránsitos oscuros que no lograron transitar por los senderos felices, a ellos volveremos, para soplarles nuevos rumbos hasta lograr que echen anclas en puertos más seguros.

 La urgencia nos obliga a asumir al 2010 como a un adulto, más que el acostumbrado niño con que se representan a los anos nuevos este será un atleta de un cuatro por cien, que recibe un bastón cargado de esperanzas y tiene la obligación de correr bien para que arribe a la mete con la victoria necesaria.

Debemos asumir a Vallejo en su plena dimensión, disfrutemos de los astros pero sobre todo luchemos este año por darle más luz al peine y a las manchas del pañuelo.